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LA FORMA DEL AGUA

  • AITOR SANZ
  • 7 mar 2018
  • 2 Min. de lectura

El film del director Guillermo del Toro nos cuenta la historia de Elisa Esposito, una joven que quedó muda debido a una lesión en el cuello sufrida de niña. La protagonista trabaja como limpiadora en un laboratorio secreto del gobierno en Baltimore durante la Guerra Fría. Al principio vemos como en las instalaciones reciben un tanque lleno de agua y lo que al parecer es una criatura de un río sudamericano. Elisa descubre que se trata de un anfibio humanoide y comienza a visitarlo en secreto para satisfacer su curiosidad. Tras varias visitas empiezan a entablar una estrecha conexión que acabará convirtiéndose en una relación amorosa. Se trata un relato en el que se fusionan lo fantástico y lo romántico.

En ella, el director Guillermo del Toro sintetiza buena parte de las constantes obsesiones que impregnan su filmografía, consiguiendo además agregarle multitud de capas: hay una crítica devastadora al racismo, la homofobia y en general a la intolerancia hacia las personas que son diferentes [...]: familias aparentemente felices de cartón-piedra que esconden una profunda insatisfacción en su seno. (Hernández, Raquel. En línea: http://xurl.es/hpct9. Disponible: 6/3/18).

Por su parte, la fotografía cuenta con un tono azulado verdoso que caracteriza de alguna forma la temática. Además, presenta una luz un tanto tenue en algunas escenas, lo cual consigue introducir al espectador en una atmósfera diferente, envejecida, subacuática y llena de sensaciones.

El guión no es tan potente si lo comparamos con otras películas del director. Está muy bien tratado y es uno de los pilares fundamentales para transportarnos a la dimensión del metraje. Sin embargo, hay otros muchos elementos narrativos que tienen más fuerza interpretativa en este film. Un claro ejemplo lo encontramos en la caracterización, la banda sonora o el montaje, el cual es sencillo, directo pero tremendamente efectivo. Esto lo consigue con el uso reiterado de elipsis temporales muy bien tratadas que nos hacen adelantar en una historia en la que, para sorpresa de algunos, lo menos importante es la diferencia entre los seres que se aman.

Por otro lado, cabe destacar que es una producción digna de ser vista en el cine. Los efectos especiales, pese a ser sencillos, están muy logrados. Es cierto que el presupuesto de casi 20 millones de dólares habrá ayudado en esta labor. Pero, un trabajo con trato trasfondo, rompedor y sin lugar a dudas mimado hasta el detalle, no puede desencadenar en nada más que 4 premios Oscar.

Como conclusión podemos decir que en su superficie es trata de una película que podríamos llegar a catalogar como "cuento de hadas", algo así como la clásica "La Bella y la Bestia". Pero, si nos adentramos en su narratología y profundidad encontramos una lectura mucho más compleja y emocionante, llena de fuerza y con un potente mensaje social.

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