SMALL FOOT
- MIRANDA ÁLVAREZ
- 29 nov 2018
- 7 Min. de lectura
🌕🌕🌗🌑🌑
Aunque no fuera una de las producciones que me resultasen más llamativas a través de su publicidad en sus clips (ya que han ido a mostrar lo más cómico y gracioso sin tratar la trama principal realmente), tengo que admitir que el resultado final de Small foot no es de esos chascos absolutos de productoras poco arriesgadas que tiran al mayor denominador común. Tal como yo esperaba.

Ciertamente, muchos de sus aspectos generales resultan predecibles y poco innovadores (sobre todo el final del propio film que resultó desalentador, atendiendo al potencial que no creía ver en la película y encontré de forma sorprendentemente positiva).
Los personajes y sus respectivas personalidades que... además, ceden un poco a favor de la trama (como la actitud tan comprensiva al final del Guardián), el desenlace del film, y algunos efectos y sonidos de la post-producción (como escenas reproducidas en slow-motion con la voz a cámara lenta, que, dios me explique quién creó el criterio de que resultan “DIVERTIDAS” para la audiencia) son algunos de los puntos más relamidos y standard de la producción. Pero, el modo en el que se enfocan en la película, a través de críticas sólidas a realidades palpables en nuestra sociedad, la convierte en una narrativa bastante llamativa, dotada con un espectro de temas que van más allá del mero arte costumbrista al que últimamente el género de la animación parece estar sometido cuando va “dirigido a niños”.
No es una obra maestra, pero aún estando dentro del género básico de animación enfocado a un público infantil, tiene el valor de intentar crear controversia o hacer pensar a las siguientes generaciones. Yendo más allá de simplemente entretener a los nenes con colores y formas en la pantalla a través una trama sencilla y predecible (como es el caso de películas como los “Minions”).
CRÍTICAS SOCIALES
Crítica del efecto de los mass-media en sus usuarios y en la despersonificación por el efecto de masas en la moral del individuo. Esto se ve claramente en el personaje del humano protagonista Percy Patterson. Este tema está empezando a ser bastante atacado por los medios audiovisuales últimamente. Sin ir más lejos, en el próximo estreno de Disney, “Rompe Ralph 2”, también se trata.
A las religiones como verdades absolutas e irrebatibles y a la falta de pensamiento crítico.
La forma en la que ejemplifican las tablas de los 10 mandamientos en las piedras que lleva colgadas el Guardián en su vestimenta, es un diez como diseño de personaje. Creo que es necesario aplaudir este tipo de actitudes en el guión de una película, ya que es raro ver que una animación dirigida a un público infantil se atrevan a tratar temas tan escabrosos y sensibles para tantas personas. Resulta increíblemente gratificante ver qué se busca crear la inquietud en los niños de estudiar y ver por ti mismo, de explorar el mundo a través del conocimiento y las experiencias personales.
A la política y cómo ésta y los gobernantes tergiversan la información. Edulcorando la realidad y manipulando así a las masas. Creando esa “maquinaria social” que se ve tan casi literalmente en la película por esa cadena de mentiras y acciones (casi propias de Ford) que mantenían a la aldea de los yetis alejada de los seres humanos (las bolas de hielo para conseguir el vapor, la maquinaria que producía el calor con los rayos del sol, y los restos de ese vapor que hacían las veces de nubes espesas para ocultar la aldea de los ojos del hombre).
Al propio ser humano y cómo éste actúa destruyendo lo que le rodea por desconfianza, miedo e instinto de supervivencia (haciendo alusión en la película a la extinción de especies por culpa del hombre)
No es tanto una crítica sino un cambio de rol. Aunque los dos protagonistas principales (Migo y Percy) siguen siendo chicos; es Meechee (la chica yeti) la que introduce a Migo (el protagonista yeti) al mundo del conocimiento y la exploración. La escena durante su canción en la que le estira la mano es totalmente comparable a la de Aladdin en su frase “confías en mí” a Jasmine, en el clásico de Disney. Y ya con ese simple gesto se invierte la idea de que la protagonista femenina sea sencillamente guiada por el personaje masculino por toda la trama, sino que ella le introduzca en esa dinámica del pensamiento. Aunque él siga siendo el protagonista principal y el que lleva la trama, es ella la que siempre ha tenido esa inquietud de estudiar y crecer como individuo y eso, también es destacable de forma medianamente positiva.

CANCIONES Y TEMÁTICA MUSICAL
Aunque estemos acostumbrados a las canciones en las películas de dibujos como medio de transmisión de emociones, del mundo interior del personaje o conectores de diferentes partes de la historia. En “Smallfoot” se trata de forma algo más extensa, casi categorizándose como película/musical. Lo más destacable es, que en un film promedio las canciones suelen ser bastante mediocres y poco profundas, pero en este caso (aunque tienden a ese rollo pop algo distante de las BSO clásicas) me han resultado gustosas de digerir. La elección más valiente sería la compuesta para el Guardián de la aldea. En muy pocas ocasiones he visto una canción de personaje, basada en el rap, que funcione bien, con mensaje profundo y con unos movimientos de cámara decentes que acompañan a la acción y la letra (Lo que me hace criticar doblemente los efectos slow-motion baratos que antes mencionaba. Ya que si hay potencial de creación en algunos puntos de la película, viéndose el talento de los animadores, ¿por qué usar clichés tan baratos y ya requemados?)
¿EL MALO?
Se podría decir que al final de la película se deja entender que no hay un malo como tal en ella. El que más se planteaba como intransigente y de aspecto amenazante (el Guardián) resulta estar protegiendo a la aldea como todos los que le habían precedido.
Para luego girar la cámara para este papel hacia el ser humano. Un twist que a la vez lleva a la conclusión de que no hay malo como tal, sino que la falta de entendimiento y choque de intereses por parte de ambas especies es la que crea esos grises en la trama y personajes.

DESENLACE DE LA PELÍCULA
Lo que peor llevé desde luego fue el final del metraje.
Hay varios aspectos interesantes en la película que se plantean de una forma muy adulta pero que, debido al cierre final se echan por tierra completamente. La idea de que el conocimiento nos hace menos felices porque la ignorancia de los problemas nos permite vivir sin preocupaciones… Uf, es un tema más que fascinante. Y, aún así defender el conocimiento a toda costa como algo maravilloso, son dos caras de la misma moneda, que se hace más que interesante el ver coexistir tan bien llevadas (hasta antes del final digo) en una misma historia.
Esta idea coloca a Migo en la tesitura de tener que elegir entre proteger a su especie, como se estaba haciendo a través de las mentiras piadosas de las piedras de las leyes universales del Guardián, o, defender la verdad.
Al primer intento de final de la película, cuando Percy es encarcelado y acepta quedar como el loco del pueblo, que por conseguir fama y publicidad en internet ha montado toda la mentira de los yetis, consigue englobar correctamente todas las ideas de forma conjunta, creando un buen escenario final:
Protege a la especie entera de los Yetis. Actuando un poco en redención por lo que ha estado haciendo el hombre con prácticamente todas las especies del planeta.
Además de redimirse de lo que él mismo había estado buscando crear con la falsedad en su show televisivo. Esto genera una catarsis del protagonista humano (defendiendo esa integridad a la que le dedican incluso una canción) y a su vez consolidando la idea de que, aunque se conozca la verdad (por parte de que el pueblo yeti ya sepa que las piedras no son leyes universales y mágicas que no hay que cuestionar), quizás mantener separadas a las especies habría sido la mejor de las soluciones por protección de ambas. Para concluir con una película de enseñanza seria y clara. No todo va a salir totalmente bien siempre. Pero tampoco es necesaria la mentira constante. Moraleja: el mundo está lleno de grises y, sí, hay que hacer sacrificios para ayudar al bien común.
Es un cierre seguro. Claro y que comparte los ideales de la película, y le habría dado una clausura de mucha más nota a este film.
Pero… obviamente era más complaciente crear toda esta controversia y dificultades en la película solo para generar un nudo más interesante en la historia, que luego se solucionaría con un “todos podemos ser amigos” en el final definitivo (minimizando el problema del genocidio de yetis por parte del ser humano) Cargándose muchas de las bases en las que la trama está edificada y generando la sensación vaga y poco creíble de “hala, así de fácil es la vida. Todos felices” al final del metraje.

CONCLUSIÓN
Si se crea una película con enseñanzas serias y adultas, mandarlas a freír por el crear un final infantiloide y quedabién, acaba dando lugar a algo bastante desastroso y penoso. Además de destacar la tristeza y desconfianza en la sociedad adulta que se infunde al ver que películas que tienen un trasfondo más interesante y complejo, tienen que rebajarse en sus trailers a una simplificación de ideas que rocen lo absurdo e infantil para poder ser taquilleras en la gran pantalla. Cuyos ideales se ven minimizados a nada o a casi nada en los trailers, camuflándose en una simple historia cualquiera, sin más trasfondo que el de la aventura del Yeti conociendo a un humano. Y la pena es que esto sucede por el hecho de que los padres siempre acabarán pagando (en la mayor parte de los casos) por entradas a películas sencillas, entretenidas y mentalmente complacientes para sus hijos, sin optar por aquellas que buscan hacer sus mentes crecer o ir más allá, sino para entretenerlos un rato antes de llevarlos a casa a dormir.
Comments