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LA LLAMADA

  • AITOR SANZ
  • 5 feb 2018
  • 2 Min. de lectura

La película es una adaptación del musical "La llamada" escrito y dirigido por Javier Calvo y Javier Ambrossi. Se trata de un drama con tonos cómicos que nos cuenta la historia de dos adolescentes rebeldes de 17 años -María y Susana-. Después de ingresar en un el campamento de verano cristiano, llamado "La brújula" en Segovia, las dos chicas sufren una metamorfosis que marcará un antes y un después en sus vidas.

María empieza a notar la presencia de Dios (interpretado Richard Collins-Moore) a través de apariciones un tanto peculiares. Lejos de estereotipos clásicos, la figura del supremo se representa mediante un hombre de edad avanzada que canta canciones de Whitney Houston. La protagonista empieza a sentir un extraño sentimiento que indentifica como amor. Tras varios intentos de conexión con el mismo se da cuenta que Dios no tiene forma propia y se adapta a las creencias de cada persona. Deja de lado los rezos y plegarias para llegar a él a través de la música y el folclore.

Susana, por su parte, se da cuenta que está enamorada de una de las monjas cuidadoras del campamento. Rompe la relación sexual que mantiene con un chico de su edad y se declara a ésta en un momento complejo. Por un lado, Milagros (interpretado por Belén Cuesta) añora aquellos momentos en los que era libre y se dedicaba al mundo de la música. Por otro, los sentimientos que Susana despierta en ella le hacen replantearse su vida: deja los hábitos y decide seguir ese nuevo sentimiento que le invade.

Sin lugar a dudas, se trata de una visión diferenciadora de la religión que intenta adaptarse a una sociedad liberal, moderna. Con un guión perfectamente empastado con el fundamento y un hilo conductor de los más divertido. Resulta increible la lección moral que esta película es capaz de aportar a la sociedad. Lejos de intentar separar polos tan históricamente enfrentados como son la religión católica y la homosexualidad, "La llamada" invita a la reflexión y abre un nuevo estilo de creencia mucho más abierto y adaptado a los nuevos tiempos.

La producción es también uno de los puntos fuertes de este metraje. Con un presupuesto de arrededor de un millón de euros, han sabido adaptarse eficazmente a las exigencias del guión sin necesidad de invertir en grandes espacios o decorados. Además, el montaje es excelente. Han jugado perfectamente con figuras retóricas cinematográficas que nos han dejado con la boca abierta por su capacidad de calar en el espectador. Un claro ejemplo de ello es el momento en el que compara la situación de Susana con el de Macarena a la hora de "hacer el amor", empleando además una canción de Nicky Jam para ello, algo insólito.

En conclusión, esta película española nos ha encantado desde el primer momento. Muy recomentable e increiblemente ingeniosa. Destacar el papel de Gracia Olayo representado a Sor Bernarda de los Arcos. Desde mi punto de vista la mejor actriz del reparto junto con Belén Cuesta.

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