MORTAL ENGINES
- VÍCTOR IBÁÑEZ
- 27 dic 2018
- 2 Min. de lectura
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La adaptación de la novela Máquinas mortales, a cargo de Christian Rivers, impacta con una estética steampunk pero no convence por su guion y su poca química entre el reparto
El largometraje Mortal Engines nos cuenta la historia de Hester Shaw -interpretada por Hera Hilmar-. Se trata de una fugitiva que ansía sobre todas las cosas vengar la muerte de su madre a manos de Taddeus Valentine. Este es una de las personas con más rango en la ciudad de Londres. Por el camino se tropieza con Tom Natsworthy -habitante de la ciudad- quien, tras evitar el primer intento de venganza de Hester, se unirá a ella en su objetivo por parar los pies a Taddeus.
El guión de la película es simple, los personajes no tienen profundidad y, aunque en todo momento se sabe quién es el malo y quién es el bueno, no se entiende la motivación que les lleva a serlo. La mayoría de papeles secundarios son prescindibles. Un claro ejemplo de ello es el del humanoide interpretado por Stephen Lang, quien prometía ser el gran enemigo a batir pero, lejos de eso, se limita a perseguir a Hester hasta que lo consigue y se muere por un cortocircuito. Y es que como esta hay muchas escenas absurdas, diálogos creados para contarte detalles de la historia metidos con calzador, así como personajes mucho más interesantes que los principales, quienes se limitan a pasar sin pena ni gloria por la trama.
Sin duda el aspecto más destacable de la película es la interpretación del universo de Philip Reeve. Los efectos especiales son casi intachables. Digo "casi" porque, en cierto momento de la película, se nos presenta un plano detalle a Shrike -híbrido entre humano y máquina- cuya representación deja mucho que desear respecto al resto de efectos especiales. Más bien parece sacado de un videojuego del 2000.
En conclusión, la producción de Peter Jackson no logra captar la atención del espectador en su totalidad. Por su parte, el llamativo apartado visual no es capaz de compensar un argumento previsible ni la poca química entre los actores. Dudo pues que esta película sea el comienzo de una tetralogía -como sí sucede en los libros en los que se basa-. Esperemos que si se decide continuar con la adaptación del resto de novelas se cuide más la historia y, por supuesto, el trasfondo de cada uno de sus personajes.
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