¿VERDAD O RETO?
- AITOR SANZ
- 17 jul 2018
- 3 Min. de lectura
La película que a continuación pretendo analizar esta dirigida por Jeff Wadlow y protagonizada por Lucy Hale, Tyler Posey y Violett Beane. Así pues, ellos mismo la catalogan como "terrorífica" en varias entrevistas promocionales. Sin embargo, no estoy seguro siquiera si podemos clasificarla dentro de este género. Sería más un rollo thriller que otra cosa. Aunque la verdad es que sus creadores le han puesto ganas. Se han exprimido la cabeza para reunir todos los elementos habidos y por haber para causar "mal rollo". Pero, la mala interpretación de los actores y lo poco bien resuelto del guión dejan muy lejos la posibilidad de sentir cualquier tipo de empatía con los protagonistas.

Es cierto que, en sí, se trata de una idea bastante original. Es diferente al típico metraje de miedo que tenemos en mente. Todo empieza con un simple juego como de costumbre (en otras películas la ouija, en esta "verdad o reto"). A destacar también que es bastante rápida, sin demasiados preliminares ni contextualizaciones excesivas. Me recuerda brutalmente a la película: It follows. Pero, siempre teniendo en cuenta que la interpretación y el trasfondo de los personajes es mucho mejor en este clásico del cine de terror que en la que estamos viendo aquí.
El metraje nos cuenta la historia de un grupo de amigos que decide viajar a Méjico para celebrar el fin de sus estudios universitarios. En una fiesta nocturna que se celebra en un bar del lugar, la chica protagonista conoce a un chaval con el que empieza a entablar una conversación que se alarga hasta el final de la noche. Al cerrar el local, deciden seguir la fiesta en otro lugar. Llegan a una especie de iglesia abandonada en la montaña a la que le rodea una verja con la advertencia: "prohibido el paso". Los amigos hacen caso omiso del cartel y siguen andando hasta el interior, donde empiezan a ver objetos tremendamente extraños como vasijas putrefactas con calaveras. Finalmente, se sientan en círculo y empiezan a decir posibles actividades que acaban en el maldito juego, el cual les persigue al salir del lugar.
En lo referente a aspectos de imagen, la fotografía no tiene nada especial. Esta bien tratada, pero la composición de los planos me ha dado la sensación de estar demasiado "preparada". Es un poco como los anuncios de televisión. Los despachos, las habitaciones... no producen una sensación de aparente normalidad. Además, los planos tienden a ser oscuros, principalmente en las escenas de mayor tensión. Un elemento clásico que tal vez hubiera sido más innovador si se hubiera hecho a plena luz; teniendo en cuenta que esta película no juega con misticismos nocturnos y "el mal" puede mostrarse a plena luz del día (cosa que sí sucede en it follows, por ejemplo).
Prácticamente sin efectos especiales, lo cual no considero algo negativo. Es, en cierto modo, una película con un presupuesto de 3,5 millones de euros que parece low cost. No es necesario un gran despliegue de medios para crear tensión. Un buen guión y una interpretación creíbles son más que suficiente. Así pues, pese a no contar con estos dos pilares fundamentales, tengo que admitir que la sonrisa maléfica que delata "el mal", cuando éste se encuentra en el interior de los personajes, es un buen elemento. Está lograda y produce esa sensación de malestar que, imagino, habrán querido causar en el espectador. Creo, también, que tiene que tener como referentes películas como V de Vendetta o Scream.
Para concluir, y haciendo resumen de lo anterior, decir que lo mejor de la película es la idea. Es original. No han tenido miedo a hacer un film de terror diferente, sin grandes efectos y con una escasa historia narrativa precedente (no siempre se tiene que explicar el por qué). El casting de actores no es el mejor, aunque es evidente que parte de la culpa del error interpretativo es con motivo del guión, un tanto predecible y poco complejo. En definitiva, no es la mejor película de miedo que puedes ver. De hecho, no esperes pasar miedo en ella. Sin embargo, es un buen metraje para todas aquellas personas a las que no les gusta pasarlo mal al ver este género (cosa que nunca entenderé).
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